Hace ya tiempo que hice unos teru teru pequeñitos. Este nuevo muñeco no pretendía ser un teru teru, pero se les parece tanto que bien podría ser uno de ellos, aunque más grande y con colores, perfecto para hacer compañía a cualquiera que la necesite.
Además, con esa cara tan apacible, ¡invita a hacer una buena siesta!
Me gusta, lo encuentro muy simpático.
Gracias, Lídia. 🙂
Un abrazo
que bonito!!
Muchas gracias.
Un abrazo