
Normalmente a finales de año voy pensando en hacerme con un nuevo calendario, buscando las en librerías alguno bonito, con fotos que me inspiren y cuadrados amplios para cada día, en los que poder apuntar citas y demás.
El año pasado lo fui dejando para el mismísimo fin de año porque, ya que se iba a acabar el mundo, no iba a comprar un calendario antes de tiempo y que luego no me sirviera para nada. 
Como el mundo no terminó, seguía necesitando uno, pero se me ocurrió que, teniendo un montón de papel listo para ser pintado, pinturas, y algo de tiempo libre, bien podía hacerme yo mi propio calendario. Así que me puse a ello, y aquí os enseño el resultado que obtuve. Sencillito y hecho a mano.
Si os apetece haceros vuestro propio calendario, os aseguro que podéis encontrar montones de ideas por la red. Se pueden hacer de muchos tipos, no solo pintanto. ¡Investigad un poco y veréis!

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