Sigo dándole nueva vida al trapillo de la alfombra que deshice, he hecho también algunos cestos cuadrados, como éstos que hice aquí.
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Reutilizando trapillo: Cestos redondos
Hace tiempo hice una alfombra de trapillo, y como ahora ya no la estoy usando, la he deshecho para aprovechar el trapillo para otras cosas. Lo primero que he hecho son estos dos cestos redondos. Así seguro que les sacaré más uso.
Flores de Trapillo
Me quedaban algunas mini-madejas de trapillo después de las cosas que he ido haciendo, y las he aprovechado para hacer estas flores, al acordarme de un llavero que tenía nuestra amiga E, que era una flor de trapillo similar a éstas.
Son fáciles y rápidas de hacer, en poco tiempo he hecho toda la colección. Tienen un buen tamaño y creo que se pueden utilizar para varias cosas, en principio pienso que como adornos y llaveros… A ver qué más cosas se me ocurren, porque ahora tengo un montón:
Alfombra de Trapillo
He aprovechado unas cuantas bobinas de trapillo que tenía por aquí para hacer una alfombra. Pesa un montón, y es muy mullidita.
El patrón que he seguido lo encontré en la web de Tutéate, en concreto en esta entrada, donde tienen puesto un tutorial, así como el esquema en pdf, que es éste.
De una bobina de trapillo
Hice la prueba de ver cuántas piezas podría sacar de una bobina de trapillo. La que utilicé en este caso pesaba unos 600 gramos, y creo que no es algodón 100%.
Por supuesto, depende del tamaño y tipo de cosas que hagas, pero en esta ocasión saqué estas tres cosas:
- Un cesto de unos 19 cm de diámetro y 6 cm de alto:
- Una especie de bolsita con asas de unos 17 cm de largo y 12 cm de alto:
- Y un mini-cesto de 11 cm de diámetro y 6 cm de alto:
Cestos cuadrados de trapillo
Hoy les toca el turno a este par de cestos cuadrados. Como comentaba anteriormente hablando del trapillo, es una gran ventaja el que en un pis-pas puedes terminar un cesto como estos. La diferencia del tamaño entre ellos se debe únicamente al diferente grosor del trapillo.
En la entrada del cesto rectangular, Alicia me preguntaba por el patrón que seguí, así que aprovecho para compartir el de estos cestos cuadrados y el del rectangular (a ver si se entienden).
El esquema que he seguido para la base de los cestos cuadrados es el siguiente:
- Las «x» son puntos bajos.
- Las «v» son aumentos.
- Los «0» son cadenetas.
- Los «•» representan dónde comienza cada vuelta.
- Empiezo con un anillo mágico de 6 puntos.
- En la última vuelta, entre los dos aumentos de las esquinas, hay una cadeneta.
La base la he hecho trabajando en espiral, sin cerrar las vueltas, excepto la última vuelta. Ésta sí la he cerrado, antes de empezar las paredes. La primera vuelta de éstas la he hecho por la parte interior del punto, excepto las esquinas, en las que he hecho el punto en el hueco que deja la cadeneta. Las siguientes vueltas ya he seguido normalmente, hasta conseguir la altura deseada.
Para el cesto rectangular, el esquema es similar al hacer las esquinas, pero en lugar de empezar con un anillo, empiezo con una cadeneta del largo deseado. En el caso del cesto de trapillo que hice, la cadeneta inicial era de 15 puntos, siendo el esquema de la base el siguiente:
He probado a repetir el esquema para hacer este mini-cestito de lana, que ha quedado así, empezando con una cadeneta de 10 puntos:
¡Espero que os sea útil!
Cesto y jarrón de trapillo
Siguiendo con la aventura del trapillo, hoy tengo para enseñaros este cesto redondo con jarrón a juego. El jarrón lo hice siguiendo el patrón de Lady Crochet, y el cestito es cosecha propia.
Las florecitas también son hechas a ganchillo, como veréis, para que quede todo a juego. 🙂
Trapillo: Primer contacto
Llevaba tiempo con ganas de probar a ganchillear con trapillo, así que me he animado a hacerme con unas cuantas bobinas y ya he empezado a probar a hacer cosas con él.
El trapillo, para quien no lo conozca, es básicamente una tira de algodón (o a veces también lleva otros materiales) que se utiliza como si fuera lana, por lo que puedes tejerlo o utilizarlo para otras cosas que se te ocurran. Ahora empieza a ser más popular por aquí y se puede encontrar de varias marcas y en diferentes tiendas. También puedes hacerte tu propio trapillo a partir de una camiseta, lo cual puede ser una buena manera de aprovechar ropa de la que vayamos a deshacernos.
Al ser un material grueso, se teje con agujas bastante gorditas (del número 10, 12 o 15, normalmente), y lo bueno es que las cosas que tejes quedan con mucho cuerpo, por lo que viene muy bien para hacer cestos, bolsos, alfombras…
De momento he empezado con este cesto rectangular. La experiencia al tejer es que para mí, es algo más trabajoso que con lanas, porque al ser el hilo más grueso, el ganchillo más grande y demás, tienes que «maniobrar» algo más. A cambio, como decía, sirve para hacer cosas más robustas que con la lana, y además que al ser más grande, en poco tiempo puedes tener algo, como en este caso mi cesto, terminado y listo para usar. Veremos cómo sigue la experiencia…